El chocolate es afrodisíaco… Aun más si creas dibujos con él sobre la piel de tu amante y lo saboreas después.
Este delicioso y sofisticado chocolate líquido de Shunga va acompañado de un pícaro pincel con el que liberar tu creatividad.
Escribe poemas o mensajes de amor, dibuja corazones o estrellas, traza las letras de tu nombre… y disfruta después de un doble festín: la exquisita sensualidad del chocolate y el deseado cuerpo de tu amante.
Envase de cristal de 100.ml
Shunga es Líder mundia en cosmetica Erotica, sus ingredientes naturales fusionado con principios activos logran un gran resultado
Entrar en el mundo erótico de Shunga es viajar al pasado. Traducido literalmente, Shunga significa imagen de primavera, una manera delicada de decir relaciones sexuales entre personas.
Esta palabra se usaba para designar las pinturas eróticas japonesas del siglo XVI, XVII y XVIII, un tipo llamado ukiyo-e, que no eran otra cosa que obras sobre madera o pergamino con escenas sensuales y episodios de amor carnal, siempre elaborados con mucho cuidado y buen gusto.
El arte Shunga, aunque oculto durante siglos, marcó el principio de la industria pornográfica para la clase media nipona y sirvió durante generaciones como enseñanza para los hijos y las hijas de muchas familias.
€20,90
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Escribe poemas o mensajes de amor, dibuja corazones o estrellas, traza las letras de tu nombre… y disfruta después de un doble festín: la exquisita sensualidad del chocolate y el deseado cuerpo de tu amante.
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Entrar en el mundo erótico de Shunga es viajar al pasado. Traducido literalmente, Shunga significa imagen de primavera, una manera delicada de decir relaciones sexuales entre personas.
Esta palabra se usaba para designar las pinturas eróticas japonesas del siglo XVI, XVII y XVIII, un tipo llamado ukiyo-e, que no eran otra cosa que obras sobre madera o pergamino con escenas sensuales y episodios de amor carnal, siempre elaborados con mucho cuidado y buen gusto.
El arte Shunga, aunque oculto durante siglos, marcó el principio de la industria pornográfica para la clase media nipona y sirvió durante generaciones como enseñanza para los hijos y las hijas de muchas familias.